En una reunión virtual con la Junta de Regentes de Arizona el miércoles por la noche, el presidente de la Universidad de Arizona, Robert Robbins, presentó un plan de acción para enfrentar el déficit presupuestario de 240 millones de dólares.
La estrategia se divide en tres categorías, con medidas inmediatas que incluyen la congelación de contrataciones, restricciones a los viajes internacionales, y aplazamiento de proyectos no esenciales.
La segunda categoría se enfoca en los próximos 18 meses, abordando la finalización del programa de matrícula garantizada a partir del otoño de 2025.
La tercera categoría asegura que la ayuda basada en la necesidad para estudiantes residentes de Arizona y la ayuda basada en el mérito para estudiantes actuales o aceptados no se verán afectadas.
Robbins anunció la dimisión del director financiero y designó a John Arnold como director financiero interino y vicepresidente senior de asuntos comerciales para abordar la crisis financiera.
Robbins afirmó que este plan es solo el comienzo de las acciones para salvar las finanzas de la universidad, comprometiéndose también a equilibrar el presupuesto de los departamentos deportivos mediante la maximización de ingresos y reducción de costos administrativos.
La universidad se encuentra trabajando en colaboración con el departamento deportivo para elaborar un plan plurianual que permita superar la crisis financiera, destacando la importancia del atletismo como parte central de la Universidad de Arizona y clave para el éxito a largo plazo.
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