El presidente de la Universidad de Arizona, Robert Robbins, anunció en un correo electrónico reciente que la institución, con un déficit presupuestario de $240 millones, no contempla licencias para abordar la crisis financiera.
Aunque se asegura que no habrá recortes en la ayuda financiera basada en la necesidad, Robbins dejó abierta la posibilidad de ajustes en la ayuda futura basada en el mérito.
El presidente subrayó que se protegerán beneficios para jubilados y la misión central de enseñanza e investigación, pero se implementarán controles presupuestarios para salvaguardar las finanzas a largo plazo.
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