En los últimos meses, ha surgido un creciente movimiento independentista en Texas, conocido como ‘TEXIT’, con el objetivo de proclamar la independencia del estado y convertirlo en una nación soberana.
Sin embargo, expertos constitucionales como Rafael Peñalver señalan que esta iniciativa enfrenta barreras legales, ya que la Constitución de Estados Unidos no contempla la secesión de un estado.
El intento de llevar a cabo un referéndum sobre la independencia en las próximas elecciones presidenciales fue frustrado por la ley HB 3596, propuesta por el representante estatal Bryan Slaton, que no logró avanzar en la legislatura de Texas.
Además, la historia muestra que la anexión de Texas a Estados Unidos en 1845 no permite la independencia total del estado, sino solo su división en un máximo de cinco nuevos estados.
Aunque la Constitución estadounidense no ofrece un procedimiento claro para la secesión de un estado, algunos sugieren que sería responsabilidad del gobierno estatal llevar a cabo un referéndum y obtener la aprobación de la legislatura estatal.
Sin embargo, este proceso requeriría una ratificación por parte del Senado federal, lo que plantea aún más desafíos para el movimiento independentista ‘TEXIT’.
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