El estado de Arizona se encuentra en medio de una sequía extrema, con los condados de Greenlee, Graham, Cochise, Pima y Santa Cruz experimentando las condiciones más críticas.
A medida que el monzón del 2023 llega a su fin, se ha registrado el monzón más seco desde 1924, con tan solo 0.15 pulgadas de lluvia en Phoenix.
A pesar de los esfuerzos de conservación y la expansión de programas de árboles de sombra en ciudades como Phoenix y Mesa, la sequía sigue siendo un desafío, con un mayor riesgo de incendios forestales.
Las condiciones de sequía están afectando profundamente a Arizona, y aunque se están implementando medidas para mitigar sus efectos, la situación sigue siendo preocupante.
Los residentes son instados a ahorrar agua y a estar alerta ante el riesgo de incendios.
El estado enfrenta un desafío importante para garantizar el suministro de agua y combatir los efectos de una sequía que parece no dar tregua.
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