Una reciente norma federal que entrará en vigor el próximo mes ha desencadenado un fuerte rechazo por parte de empresas y algunos miembros del Congreso en Estados Unidos.
Anunciada por la Junta Nacional de Relaciones Laborales, la regla redefine los “empleadores conjuntos”, potencialmente facilitando la sindicalización de millones de trabajadores en grandes corporaciones como McDonald’s.
A pesar de su objetivo de adaptarse a la dinámica laboral actual, la norma enfrenta críticas y demandas, considerándola una extralimitación que socava a los propietarios de empresas independientes.
La nueva regla, que modifica estándares establecidos en 2020, ampliaría las negociaciones laborales a empresas y sus franquiciados o contratistas independientes.
Empresas como Burger King y Amazon podrían verse afectadas, lo que ha generado resistencia por parte de asociaciones empresariales y algunos legisladores.
La medida, respaldada por la administración Biden, refleja la contienda entre favorecer a los trabajadores y proteger la autonomía empresarial, desatando tensiones en el panorama laboral estadounidense.
Los críticos, incluida la Asociación Estadounidense de Hoteles y Alojamiento, presentaron demandas para bloquear la norma, mientras legisladores como Joe Manchin y Bill Cassidy intentan anularla.
La entrada en vigor de la regla el 26 de diciembre marcará un hito en la relación laboral en Estados Unidos, afectando a propietarios de franquicias y millones de trabajadores, y desencadenando un debate sobre los límites entre la protección de los derechos laborales y la autonomía empresarial.
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