La Corte Suprema de Estados Unidos ha tomado la decisión de adoptar su primer código de ética en respuesta a críticas continuas relacionadas con viajes no revelados y obsequios de benefactores adinerados a algunos de sus jueces.
Aunque la política acordada por los nueve jueces no impone requisitos nuevos significativos, marca un esfuerzo por abordar las preocupaciones éticas.
Los críticos, sin embargo, argumentan que el código parece más una “sugerencia amistosa” que una directriz vinculante.
La falta previa de un código ético había llevado a malentendidos sobre la aplicación de reglas éticas a los jueces de la Corte Suprema.
Aunque la medida busca disipar malentendidos, los detractores consideran que el código carece de mecanismos para investigar y hacer cumplir posibles violaciones, sugiriendo que se necesitan acciones más contundentes para abordar las preocupaciones éticas en el tribunal.
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