La Casa Blanca está tomando medidas en preparación para un posible cierre federal después de que los republicanos de la Cámara de Representantes abandonaron la ciudad sin un plan para financiar el gobierno.
El cierre, que parece casi seguro después del 30 de septiembre, se debe a la disputa sobre el gasto federal y afectaría una serie de servicios esenciales, incluyendo el pago al personal militar, programas de seguridad, ayuda alimentaria y más.
El presidente Kevin McCarthy busca convencer a su flanco rebelde de extrema derecha para aprobar una medida de financiación temporal y evitar la interrupción económica.
El enfrentamiento entre los republicanos de la Cámara y la administración Biden pone en riesgo la economía y el funcionamiento de agencias federales.
Aunque McCarthy prefiere evitar un cierre, su flanco de extrema derecha ha tomado el control, exigiendo recortes de gastos significativos.
El último cierre federal ocurrió durante la administración de Trump en 2018-2019 y tuvo un costo de 3 mil millones de dólares para la economía.
Si bien algunos sectores podrían verse afectados, el índice bursátil S&P 500 subió durante ese cierre, mostrando la resistencia económica.
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