El embajador de EE. UU. en México cuestiona la efectividad de la política de seguridad mexicana y llama a una cooperación más efectiva.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, criticó enérgicamente la estrategia de seguridad del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, conocida como «abrazos, no balazos», por no haber logrado los resultados esperados en materia de aplicación de la ley. Durante una conferencia de prensa, el diplomático señaló que, aunque comprende la intención detrás de la estrategia, su implementación no ha generado la seguridad que la sociedad mexicana demanda.
Las limitaciones de «abrazos, no balazos» según Salazar
En sus declaraciones, Salazar afirmó que «la estrategia de ‘abrazos, no balazos’ no funcionó». Según el embajador, la prevención es un componente clave y válido en cualquier política de seguridad, y por ello, Washington ha respaldado programas como «Sembrando oportunidades» y «Sembrando vidas», los cuales buscan atacar las raíces estructurales de la violencia en México.
Sin embargo, subrayó que este enfoque no es suficiente sin el cumplimiento de la ley. «Cuando se presentan cifras diciendo que no hay problema, están desfasadas de la realidad; muchos mexicanos no viven en seguridad», señaló Salazar, poniendo en duda la validez de los reportes oficiales que minimizan el impacto de la violencia en el país.
Colaboración binacional: un reto de respeto y soberanía
Salazar enfatizó la importancia de una cooperación efectiva entre ambos países para mejorar la seguridad en México. Aclaró que esta cooperación debe respetar la soberanía mexicana y operar bajo el marco de lo que calificó como un «paradigma de respeto mutuo». Sin embargo, afirmó que durante el último año, esta colaboración se ha visto obstaculizada por la negativa de López Obrador de aceptar el apoyo económico de Estados Unidos, especialmente en el área de seguridad.
«Desafortunadamente, la coordinación falló en gran parte porque el presidente mexicano no quiso aceptar el apoyo de Estados Unidos. Rechazó una inversión de más de 32 millones de dólares destinada a mejorar la seguridad en el país», dijo Salazar, expresando que estas inversiones habrían contribuido a fortalecer los esfuerzos de seguridad en México.
Detención de Ismael «El Mayo» Zambada: un punto de tensión
Uno de los casos más controvertidos que han afectado las relaciones entre ambos países es la captura del narcotraficante Ismael «El Mayo» Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa. Las autoridades mexicanas han cuestionado el operativo, argumentando que Zambada fue aprehendido sin autorización y trasladado a Estados Unidos en un vuelo privado, presuntamente con el conocimiento de funcionarios norteamericanos.
Hasta el momento, el Gobierno de Estados Unidos no ha dado detalles sobre el operativo, lo cual ha generado críticas en el ámbito diplomático. Por su parte, Salazar defendió la operación, asegurando que la captura del narcotraficante debería ser motivo de satisfacción para ambos países, ya que representa un avance en la lucha contra el crimen organizado.
Claudia Sheinbaum y la reacción oficial de México
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, criticó abiertamente el proceder de Estados Unidos en este caso, subrayando que «el fin no justifica los medios». «No es solo detener a un narcotraficante; es también el cómo se hizo», declaró en conferencia de prensa, donde insistió en la necesidad de que México reciba «respeto y condiciones de igualdad» en todos los procedimientos binacionales. Sheinbaum Pardo reiteró que las detenciones de este tipo deben cumplir con las normas nacionales e internacionales.
En respuesta a las declaraciones de Salazar, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) envió una nota diplomática a la Embajada de Estados Unidos en México manifestando su preocupación. Aunque no se ofrecieron detalles específicos, la cancillería expresó su desacuerdo y el extrañamiento del gobierno mexicano ante los comentarios del diplomático estadounidense.
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