Jurado condena a hombre por tiroteo que mató a 8 personas en el área metropolitana de Phoenix

Un hombre de Arizona fue declarado culpable el jueves de ocho cargos de asesinato por una serie de tiroteos fatales que tuvieron como blanco a víctimas al azar, a su propia madre y a su padrastro durante un período de tres semanas.

Los crímenes de finales de 2017 ocurrieron durante un momento de inquietud en el área metropolitana de Phoenix, cuando la gente tenía miedo de salir de noche o conducir por las autopistas debido a otros dos casos de tiroteos en serie en el verano de 2015.

Si bien los detalles de esos casos fueron surgiendo poco a poco, los asesinatos de los que se acusó a Cleophus Cooksey Jr. no generaron publicidad hasta su arresto en 2018, un hecho sorprendente dado que al público no se le había informado sobre los investigadores que estaban tratando de encontrar a un asesino en serie.

Cooksey, de 43 años, ahora enfrenta la pena de muerte cuando sea sentenciado el lunes por condenas de asesinato, así como por secuestro, agresión sexual y robo a mano armada en un juicio que ha durado meses.

Las víctimas de Cooksey en Phoenix y el cercano Glendale incluyeron a dos hombres encontrados muertos en un automóvil estacionado, un guardia de seguridad que recibió un disparo mientras caminaba hacia el apartamento de su novia y una mujer que fue secuestrada, cuyo cuerpo fue encontrado en un callejón después de haber sido agredida sexualmente.

Cooksey, aspirante a músico, conocía a algunas de las víctimas, pero desconocía a otras, según la policía. Las autoridades nunca revelaron el motivo.

Cooksey miró hacia la mesa de la defensa mientras se leían los veredictos. Ha mantenido su inocencia.

‘Se llevó a mi mamá’

Adriana Rodríguez, hija de la víctima María Villanueva, dijo después del veredicto que su familia finalmente estaba consiguiendo cerrar el capítulo, un día que temían que nunca llegaría.

“Se llevó a mi mamá, el único sistema de apoyo que tenía”, agregó Rodríguez mientras rompía a llorar.

Los asesinatos comenzaron cuatro meses después de que Cooksey fuera liberado de prisión tras ser condenado por homicidio involuntario por su participación en un robo a un club de striptease en 2001 en el que un cómplice recibió un disparo mortal.

Un amigo de la madre de Cooksey, Rene Cooksey, y de su padrastro, Edward Nunn, afirmó que el acusado merecía la pena de muerte. Eric Hampton afirmó haber visto crecer a Cooksey y asistió a la audiencia del jueves para comprobar si el acusado mostraba compasión por sus víctimas.

“Pensé que quizá tenía un poco de corazón. Pero no tiene ningún corazón, ¿sabes?, para hacerle estas cosas a la gente y, de hecho, lo peor, matar a su propia madre”, dijo Hampton fuera del juzgado.

“Es un monstruo y solo espero que cuando termine la fase de sentencia, ya sabes, lo pongan a dormir”, añadió.

La Oficina del Fiscal del Condado de Maricopa, que procesó a Cooksey, se negó a hacer comentarios sobre el veredicto.

Associated Press dejó mensajes telefónicos y de correo electrónico a Robert Reinhardt, abogado de Cooksey.

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