Los incendios forestales han arrasado el extremo norte de Texas, desencadenando evacuaciones masivas, cortes de energía y el cierre temporal de una instalación clave de armas nucleares.
La combinación de fuertes vientos, hierba seca y temperaturas inusualmente cálidas ha avivado las llamas, causando estragos en la región.
El condado Hutchinson ha sido uno de los más afectados, con un número desconocido de viviendas y estructuras dañadas o destruidas.
La planta Pantex, encargada del ensamblaje y desmontaje del arsenal nuclear de Estados Unidos, suspendió sus operaciones como medida de precaución y evacuó a su personal no esencial. Aunque la planta reanudó sus actividades normales, la situación sigue siendo crítica.
El gobernador Greg Abbott ha declarado el estado de desastre en 60 condados afectados.
A medida que los incendios continúan propagándose, las autoridades instan a los residentes a tomar precauciones y limitar las actividades que puedan provocar chispas.
Mientras tanto, los equipos de emergencia trabajan incansablemente para contener las llamas, enfrentando desafíos como cortes de energía, condiciones climáticas adversas y la necesidad de evacuaciones masivas en varias comunidades.
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