En represalia al mortal ataque con drones perpetrado contra una base estadounidense en Jordania el pasado domingo, Estados Unidos ha iniciado una serie de ataques aéreos en Oriente Medio.
El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) llevó a cabo operaciones en Irak y Siria, dirigidas contra la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) de Irán y grupos de milicias afiliados.
En el comunicado, el presidente Joe Biden afirmó que la respuesta de Estados Unidos continuará en los momentos y lugares que elijan, dejando claro que no buscan conflictos, pero responderán a cualquier amenaza a ciudadanos estadounidenses.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, destacó que estos ataques son el inicio de la respuesta, con acciones adicionales planeadas para responsabilizar al IRGC y a las milicias afiliadas por sus ataques a las fuerzas estadounidenses.
El ejército estadounidense informó que más de 85 objetivos fueron atacados, incluyendo operaciones de comando y control, centros de inteligencia y almacenes de grupos de milicias.
Los bombardeos causaron víctimas según informaron medios estatales sirios en Damasco.
Este conflicto surge tras el ataque del domingo en Jordania, donde murieron tres soldados estadounidenses y más de 40 resultaron heridos.
La respuesta militar de Estados Unidos busca poner fin a una serie de más de 165 ataques contra sus fuerzas en la región desde mediados de octubre.
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