En respuesta al aumento de cruces fronterizos y la tensión en ciudades como Nueva York, la administración de Biden ha anunciado la implementación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para unos 472,000 migrantes venezolanos que ingresaron a Estados Unidos antes del 31 de julio.
Este estatus les otorga permiso legal para residir y trabajar en el país mientras esperan la resolución de sus casos de asilo en los tribunales, un proceso que generalmente dura de uno a dos años.
El objetivo principal de esta medida es aliviar la presión sobre ciudades que ya están experimentando tensiones debido al alto flujo de migrantes venezolanos.
En Nueva York, la situación ha llegado a un punto de ebullición, con protestas y arrestos recientes relacionados con la llegada de migrantes beneficiarios del TPS.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, se reunió con el presidente Joe Biden para enfatizar la necesidad de una mayor asistencia federal para abordar esta crisis.
En un esfuerzo por controlar el aumento de arrestos en la frontera sur, el Departamento de Seguridad Nacional está desplegando 800 efectivos adicionales en servicio activo en la frontera.
Esto se produce en un contexto de cambios en las políticas de asilo y la eliminación de la regla del Título 42, lo que ha llevado a un mayor número de personas que buscan ingresar legalmente desde sus países de origen.
La administración de Biden busca así gestionar de manera más efectiva la situación en la frontera y brindar apoyo a los migrantes venezolanos en Estados Unidos.
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