A solo cinco días del posible cierre del gobierno en Estados Unidos, el Congreso se encuentra en una crisis marcada por altas tensiones y opciones limitadas.
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se enfrenta a una insurgencia de republicanos de extrema derecha que buscan recortar el gasto federal, incluso a expensas de los servicios esenciales para millones de estadounidenses.
Aunque se espera una votación en la Cámara de Representantes para financiar partes del gobierno, no está claro si McCarthy cuenta con el apoyo necesario.
En el Senado, se prepara un plan bipartidista provisional para evitar el cierre federal y mantener el financiamiento de las oficinas después de la fecha límite del sábado.
Sin embargo, los planes para proporcionar ayuda adicional a Ucrania se han topado con la oposición de algunos republicanos.
El presidente Joe Biden instó a los republicanos a cumplir con el acuerdo de financiamiento alcanzado previamente y advirtió sobre las consecuencias de un cierre del gobierno, que afectaría la economía y la vida de millones de estadounidenses que dependen de servicios federales esenciales.
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