China ha anunciado la reducción de restricciones de visado para visitantes provenientes de Estados Unidos a partir del 1 de enero.
Los turistas estadounidenses ya no necesitarán presentar boletos de avión de ida y vuelta, justificantes de reservaciones de hotel, itinerarios o invitaciones.
Esta medida busca impulsar el turismo en China, que ha enfrentado desafíos para recuperarse después de tres años de medidas estrictas relacionadas con la pandemia.
A pesar de levantar las restricciones a principios de este año, los viajeros internacionales han tardado en regresar, reflejado en las 8.4 millones de entradas y salidas de extranjeros en el primer semestre, en comparación con los 977 millones registrados en 2019.
China también ha implementado otras iniciativas para fomentar el turismo, como el programa de prueba que permite la entrada sin visado a ciudadanos de varios países, incluyendo Francia, Alemania, Italia, Holanda, España y Malasia, durante un máximo de 15 días.
A pesar de estos esfuerzos, la recuperación podría enfrentar desafíos, dado que los vuelos internacionales entre China y Estados Unidos se mantienen por debajo de los niveles pre-pandémicos.
Estados Unidos ha recomendado precaución a sus ciudadanos respecto a viajar a China, citando riesgos de detenciones arbitrarias y prohibiciones de salida, lo que podría afectar la afluencia de turistas estadounidenses a pesar de las medidas de apertura implementadas por China.
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