En medio de la creciente controversia en Texas, la nueva ley que permite a la policía detener a migrantes que ingresen ilegalmente al estado ha generado dudas sobre su efectividad para disuadir la migración.
Desde marzo, se han realizado casi 10,000 arrestos por invasión de propiedad privada, parte de la Operación Estrella Solitaria liderada por el gobernador Greg Abbott.
Sin embargo, a pesar de los pronósticos de Abbott, la cifra de cruces ilegales ha continuado aumentando, alcanzando 1.5 millones en el último año fiscal.
Las detenciones, centradas en la frontera con México, han desencadenado impugnaciones constitucionales y críticas de organizaciones defensoras de los derechos civiles.
Aunque Abbott ha insinuado una reducción gradual de los arrestos por invasión de propiedad privada, persisten las dudas sobre su eficacia.
Mientras tanto, migrantes como Abdoul, quien fue detenido y luego liberado en Texas, siguen buscando oportunidades en ciudades como Nueva York, resaltando la complejidad del panorama migratorio y las tensiones entre las autoridades estatales y federales.
En un intento por enviar un mensaje disuasorio, Texas enfrenta desafíos legales y críticas, destacando la necesidad de abordar la migración desde una perspectiva más integral que considere los derechos civiles y la cooperación entre los gobiernos estatales y federales.
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