La Universidad del Gran Cañón (GCU) planea apelar la multa de más de 37 millones de dólares impuesta por el Departamento de Educación de Estados Unidos, alegando que la institución “engañó” a los estudiantes con anuncios falsos sobre el costo de sus programas de doctorado.
Brian Mueller, presidente de GCU, expresó su rechazo a las acusaciones y afirmó que están dispuestos a presentar una demanda si la apelación no tiene éxito.
La universidad, que busca volver a ser una organización sin fines de lucro, sostiene que ha sido injustamente atacada por funcionarios federales desde que tomó esa decisión hace algunos años.
La disputa entre GCU y el Departamento de Educación se centra en afirmaciones de publicidad engañosa sobre los costos de sus programas de doctorado.
La universidad, que inscribe a aproximadamente 20,000 estudiantes en su campus de Phoenix y cuenta con una significativa población de estudiantes en línea, busca cambiar su estatus a sin fines de lucro, una solicitud bloqueada por la administración Trump en 2018.
GCU ha enfrentado desafíos regulatorios en el pasado y, ahora, se prepara para una batalla legal para impugnar la multa federal.
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