El Gobierno del presidente Joe Biden anunció el miércoles la dispensa de 26 leyes federales para autorizar la construcción de un muro fronterizo en el sur de Texas, marcando un cambio significativo en la política migratoria.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) publicó el anuncio en el Registro Federal, citando una “necesidad imperiosa e inmediata” de construir barreras físicas en la frontera para frenar el ingreso ilegal de personas.
Las dispensas incluyen leyes ambientales como Aire Limpio y Especies en Peligro, lo que ha generado preocupación entre activistas ambientales y políticos demócratas.
El condado Starr, en Texas, donde se llevará a cabo la construcción, es una zona con un alto nivel de ingresos ilegales, registrando aproximadamente 245,000 casos en el ejercicio fiscal actual.
A pesar de las críticas por parte de algunos demócratas que consideran que un muro no es una solución efectiva para la seguridad fronteriza, la decisión del gobierno de Biden ha sido respaldada por simpatizantes de medidas más estrictas en la frontera.
El debate sobre esta política migratoria continúa mientras el Gobierno busca abordar el aumento de la llegada de migrantes por la frontera sur en los últimos meses.
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